Capitulo IX: La red y el neohumanismo

Éste es el siglo de los clientes que nunca olvidan, el del largo plazo, el de las quejas que persisten durante años en Internet. Se crea, además, una economía de relaciones, que significa establecer con el cliente una relación que nos permite monitorizar su progreso, conocer su satisfacción, su implicación con el producto. Las marcas, dice, se humanizan, adoptan la personalidad de sus líderes o de las personas que trabajan en ellas. Según el autor, la red está influyendo en la forma en que las empresas tratan de comunicarse e interactuar con sus clientes.Se está realizando una transición desde la elaboración de mensajes que tratan de llegar a  clientes a través de los medios de comunicación masivos y de forma unidireccional, a un nuevo estilo publicitario basado en Internet, que pone énfasis en la individualidad, tratando de seducir a cada cliente en función de sus gustos personales y a través de herramientas como las redes sociales, los buscadores, donde el cliente colabora expresando sus gustos.De esta manera se puede segmentar el mercado con mayor precisión. Además, los blogs, los foros y las redes sociales sirven para que los usuarios expresen sus opiniones sobre los productos y generen un “boca a oreja “que resulta mucho más influyentes sobre las decisiones de compra de terceros que la publicidad directa. Redes sociales que permiten una expresión más sencilla de la individualidad y la personalidad en la red. Es un profundo cambio en la percepción del ser frente a  esta.La persona tiene la posibilidad de desarrollar su personalidad en la red, de describirse, de contar quién es, lo que piensa, a qué se dedica, qué le gusta hacer. Si no estás en la red, estás desaprovechando la posibilidad de contarle al mundo quién eres, a qué te dedicas, qué te interesa