A lo largo de este capítulo, el autor trata de
explicar las distintas maneras que en función de la edad, tenemos de ver las
nuevas tecnologías. Los personas vemos con cierto temor todo aquello que no
logramos entender o a lo que no estamos acostumbrados como les sucede a los
adultos al comprobar como las nuevas generaciones les enseñan a ellos a manejar
todo aquello que requiere de algún tipo de tecnología para su funcionamiento (aparatos
de video, ordenadores, teléfonos móviles.). La tecnología les genera miedos y
piensan que a ciertas edades puede ser contraproducente para sus hijos. Pero lo
cierto es que la infancia es la edad ideal para el aprendizaje, lo único que
tenemos que hacer es enseñarles contenidos adaptados a su edad, que vean al
ordenador como lo que es una parte esencial de su mundo y una importante
herramienta de comunicación.
No nos podemos cuestionar el acceso de los niños a Internet, dado que es un elemento imprescindible en la sociedad actual. Al iniciarse cada vez más pronto en la Web es necesario en vez de crear filtros y barreras crear un clima de confianza que permita al niño preguntar cualquier duda. Vigilando siempre los adultos, el contenido de lo que ven ya que “esta tarea corresponde a un persona, no a un programa”. Siendo cada familia quien valore el ritmo de progresión en las páginas visitadas.
Debemos considerar Internet como una iniciativa enormemente educativa, los jóvenes actuales han crecido rodeados de tecnología (ordenadores, teléfonos ) son a los que Marc Prensky denomina “nativos digitales” enfrentados a los “inmigrantes digitales” que son los adultos nacidos en un entorno analógico.
Los niños y jóvenes usan la tecnología de una manera muy diferente a los adultos, para los jóvenes Internet tiene una presencia constante, cosa que a los mayores les cuesta. Para los adultos conseguir información era algo valioso ya que era complicado, para la nueva generación carece de valor ya que en la red está al alcance de todo el mundo.
El niño encuentra absurdo, ya que nadie se lo ha explicado, que a la hora de realizar un trabajo no sirva el copiar lo encontrado en Internet, no entiende que tenga que “mejorar” algo que ya está bien escrito, El principal problema que tiene esta generación es que viven en un mundo en el que los que toman las decisiones no son “nativos digitales” como ellos. La red social que manejan en Internet es para ellos importantísima, emplean la mensajería instantánea de una manera totalmente distinta a los adultos ya que estos, por educación, necesitan emplear el saludo, la atención y la despedida cosas totalmente innecesarias para los jóvenes que son capaces de entablar varios diálogos a la vez estableciendo distintas prioridades.
No debe de preocupar la utilización del ordenador por los jóvenes ya que el nuevo modelo de sociedad establece que las relaciones sociales se mantengan por este medio, debiendo preocuparnos más aquel joven que no se “conecta”.
A partir de cierta edad la red se convierte en algo privado, donde los adultos no deben entrar, pero si deben interesarse preguntando.
En definitiva debemos ser conscientes de que la nueva generación es la primera que ha crecido rodeada por Internet que sus escalas de valores son distintas, son pragmáticos. No podemos separarlos de la red, es imposible entenderlos sin Internet.
No nos podemos cuestionar el acceso de los niños a Internet, dado que es un elemento imprescindible en la sociedad actual. Al iniciarse cada vez más pronto en la Web es necesario en vez de crear filtros y barreras crear un clima de confianza que permita al niño preguntar cualquier duda. Vigilando siempre los adultos, el contenido de lo que ven ya que “esta tarea corresponde a un persona, no a un programa”. Siendo cada familia quien valore el ritmo de progresión en las páginas visitadas.
Debemos considerar Internet como una iniciativa enormemente educativa, los jóvenes actuales han crecido rodeados de tecnología (ordenadores, teléfonos ) son a los que Marc Prensky denomina “nativos digitales” enfrentados a los “inmigrantes digitales” que son los adultos nacidos en un entorno analógico.
Los niños y jóvenes usan la tecnología de una manera muy diferente a los adultos, para los jóvenes Internet tiene una presencia constante, cosa que a los mayores les cuesta. Para los adultos conseguir información era algo valioso ya que era complicado, para la nueva generación carece de valor ya que en la red está al alcance de todo el mundo.
El niño encuentra absurdo, ya que nadie se lo ha explicado, que a la hora de realizar un trabajo no sirva el copiar lo encontrado en Internet, no entiende que tenga que “mejorar” algo que ya está bien escrito, El principal problema que tiene esta generación es que viven en un mundo en el que los que toman las decisiones no son “nativos digitales” como ellos. La red social que manejan en Internet es para ellos importantísima, emplean la mensajería instantánea de una manera totalmente distinta a los adultos ya que estos, por educación, necesitan emplear el saludo, la atención y la despedida cosas totalmente innecesarias para los jóvenes que son capaces de entablar varios diálogos a la vez estableciendo distintas prioridades.
No debe de preocupar la utilización del ordenador por los jóvenes ya que el nuevo modelo de sociedad establece que las relaciones sociales se mantengan por este medio, debiendo preocuparnos más aquel joven que no se “conecta”.
A partir de cierta edad la red se convierte en algo privado, donde los adultos no deben entrar, pero si deben interesarse preguntando.
En definitiva debemos ser conscientes de que la nueva generación es la primera que ha crecido rodeada por Internet que sus escalas de valores son distintas, son pragmáticos. No podemos separarlos de la red, es imposible entenderlos sin Internet.
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